Consecuencias del perfeccionismo

El perfeccionismo en sí puede ser dos cosas: una trola que jamás alcanzaremos o la realidad que ahora mismo vivimos, de cada uno depende qué se quiere entender por perfección.
En cualquier caso, la mayoría de personas que se definen como perfeccionistas o que tienen problemas para aceptar la realidad como perfecta, son aquellas que generalmente tienen un ideal claro de cómo deberían ser las cosas, (al menos en ese momento), y si la realidad no encaja con esa pureza, entonces necesitan trabajar en ello, o hacer que otros trabajen en ello para que al final todo sea como les gustaría que fuese, o como muchos sienten o se dicen, «como necesitan que sea para poder sentirse bien».


Las consecuencias de ese perfeccionismo no son muy buenas para las personas, normalmente lo sufren más que otra cosa.
El perfeccionismo suele funcionar como un círculo vicioso del que las personas que lo practican no saben cómo salir de él.
El proceso es el siguiente:
1- Insatisfacción con la realidad + deseo de perfección, (esto así no me gusta y por lo tanto «debería» ser de otro modo, ¿qué puedo hacer para que esto cambie?).
2-Miedo al fracaso o a fallar (¿y si no funciona?, ¿Y si no es suficiente? ¿Y si defraudo? ¿Y si se ríen de mi? ¿Y si me juzgan?…).
3- Postergación. Al final las cosas se van dejando para otro momento o incluso no se hacen. (No sé por dónde empezar, ¡qué dificil! y si…, y si… Bueno, mañana lo pienso o mañana empiezo).
4- Culpabilidad y críticas hacia uno mismo o hacia los demás (Debería haber dicho, hecho, reaccionado…).
5- Ansiedad, enfado, tristeza, desánimo. (El que la realidad no coincida con lo que yo querría y el no encontrar el modo para lograrlo genera emoción negativa en uno).
6- Disminuyen nuestros niveles de autoestima. (No nos sentimos tan capaces de lograr nuestras metas).
7- Aumenta nuestro miedo a equivocarnos. (Como no lo resuelva otro problema más que tendré, pero ¿Cómo lo hago?, no sé hacerlo…).
8- Volvemos a culparnos, ahora más duramente.(Si es que… ya debería, pero soy lo peor, no soy capaz, no soy constante, no tengo personalidad…).
1, 2, 3, 4…. En círculo.
Cuando hacemos esto lo que está claro es que perdemos tiempo, nos enfadamos y entristecemos porque somos muchas veces conscientes de que esa perfección no es necesaria, somos poco efectivos y cada vez toleramos menos el malestar, las diferencias y los fallos, tanto los nuestros como los de los otros. No logramos nuestras metas del día a día y por lo tanto aumentan nuestros sentimientos de frustración.
Cuando nos definimos como perfeccionistas normalmente nos marcamos muy a menudo metas inalcanzables, no nos planteamos si podremos o no lograrlas, si son o no realistas, sólo nos las planteamos y luego al ver que no podemos cumplirlas nos afecta y nos sentimos poco capaces.
¿Qué debería verdaderamente cambiar en tu vida para que ya fuese perfecta?
Hay que tener en cuenta que una vida puede ser perfecta teniendo cosas que no nos agradan, del mismo modo que una persona puede ser perfecta teniendo defectos. La ausencia de malestar no es igual a perfección.

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