Me ha gustado mucho esta imagen, muchas veces los pacientes acuden a consulta más o menos de este modo, dicen: «¿por dónde empiezo?», «¡buuuf!, tengo un cacao», «no sé cómo explicártelo», «no sé por dónde empezar», «¿tengo que explicarte toda mi vida?», etc.
Suelen pasar de un tema a otro con rapidez, hay tantas cosas que quieren decir.
Pero que ésta no sea una de vuestras preocupaciones, siempre hay un roto, una gotera, un punto desde el cual se puede arrancar y comenzar a trabajar en el cambio, siempre hay un punto o una preocupación por la que empezar a trabajar haciendo que «el cacao», poco a poco, (como digo siempre: después del uno, el dos), vaya reduciéndose, aclarándose, controlándose y haciéndose más y más pequeño o insignificante.
Cuando una persona decide acudir a terapia psicológica, siempre hay algo concreto que ahora mismo le atormenta más y le condiciona más en el día a día, es bueno comenzar por ahí.
Pero tranquilos, los psicólogos ayudamos a poner orden, nos encanta ayudaros a que lo logréis, y nos fascina estirar del hilo para ver dónde reside verdaderamente el problema que hay que trabajar.
Si sientes que tu bola cada vez se hace más y más grande y que no sabes cómo empezar a deshacerla, acude al psicólogo, él o ella te ayudarán a sentirte mejor.