Todos hablamos de la autoestima, pero ¿qué es?

La autoestima es la visión íntima que tenemos de nosotros mismos es una experiencia íntima que compone lo que yo pienso y siento de mí mismo, no lo que otros piensen y sientan sobre mí. La autoestima es la evaluación que hago yo de mí mismo, en qué grado estoy de acuerdo con respecto a mi autoconcepto.
La autoestima está formada por dos piezas:
– Un sentimiento de capacidad personal y
– un sentimiento de valía personal.
La autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo. Para que tenga lugar, lo esencial son las acciones que realizamos en el día a día, tanto las mentales como las físicas, en función de ellas, promovemos o deterioramos nuestra autoestima.
Lo cierto es, que lo que hacemos o pensamos ente los acontecimientos que vivimos depende en gran medida de quién y qué pensamos que somos. Nuestras elecciones y decisiones desempeñan un papel crucial en el nivel de autoestima que a la larga desarrollaremos.
La autoestima es siempre una cuestión de grado, nadie carece por completo de autoestima positiva, ni nadie es incapaz de desarrollar su autoestima. Ahora bien, todos entendemos que lo interesante es contar con una autoestima positiva, puesto que disponer de ella, es un requisito esencial para poder gozar de una vida plena.
En la autoestima evaluamos dos aspectos:
– La habilidad que tenemos para enfrentarnos a los desafíos de la vida (para comprender y superar los problemas) y
– El grado de derecho que tenemos para ser felices (para respetar y defender nuestros intereses y necesidades).
Tener un término medio de autoestima es fluctuar entre sentirse apto y no apto para la vida, acertado y equivocado como persona. Cuando soy incoherente en cuanto a mi conducta, y a veces me cuido y me valoro y otras veces no, a lo que contribuyo es a reforzar mi inseguridad.
Cuanta más alta sea nuestra estima, más alegría experimentaremos por el solo hecho de ser, de despertarnos por la mañana, de vivir…
Cualquiera que haya sido nuestra educación, ya de adultos la cuestión de la autoestima está en nuestras manos. Nadie puede respirar por nosotros, pensar por nosotros, decidir por nosotros, sentir por nosotros, ni imponernos el amor por nosotros. Uno mismo es el responsable de cuidar y fomentar su autoestima positiva independientemente de lo que ocurra a su alrededor.
Puedo ser amado por todos menos por mí mismo. Puedo dar a entender seguridad en mí mismo a los otros y no sentirla cuando estoy en soledad. Puedo satisfacer las expectativas de los demás y no las mías, por poder puedo muchas cosas, ahora bien, lo interesante sería plantearse: ¿con qué fin no me cuido?, ¿con qué fin hago caso a las demandas y a las necesidades de los demás y no a las mías?2398100
Una pareja, un reconocimiento laboral, o de nuestros amigos, un estatus económico, un buen aspecto físico, etc., no generará nuestra autoestima, sí que es cierto que pueden hacernos sentir mejor con respecto a nosotros mismos durante un tiempo, o más cómodos en determinadas situaciones, pero la realidad es que la comodidad no es la autoestima, son cosas distintas.
La mayoría de las personas buscan la autoconfianza y el autorespeto en todas partes menos en sí mismas, y de este modo, fracasan en su búsqueda. Si tenemos en cuenta que la búsqueda es irracional, el anhelo “por algo más” existirá siempre, y por lo tanto: ¿si jamás cubrimos nuestras necesidades cuándo nos sentiremos realmente felices y plenos?
Hay que tener en cuenta que la verdadera naturaleza de la autoestima no es competitiva ni comparativa, no se trata de lo que yo tengo en mayor o menor medida en comparación con los otros, se trata de cómo me siento yo conmigo mismo, independientemente de los otros.

2398106
Una de las características más significativas de una autoestima sana es disponer de un estado en el que no sienta que estoy en guerra ni conmigo mismo ni con los demás, sentirme en paz con lo que pienso y hago.
Idealmente, todo el mundo debería disfrutar de un alto nivel de autoestima que le permitiese disfrutar de la vida y sentirse feliz, pero por desgracia esa no es la realidad, existen muchas personas que cuentan con sentimientos de inutilidad, inseguridad, dudas sobre ellas mismas, culpa y miedo a participar activamente en la vida, no siempre esos sentimientos se reconocen y admiten fácilmente, pero en muchos casos están presentes y causan en las personas un sentimiento de malestar, insatisfacción y tristeza que les condiciona en su día a día.
Todos hemos pasado por momentos en los que nos hemos sentido mejor y/o peor con respecto a nosotros mismos y nos hemos dejado llevar por el malestar o la inercia que de él se deriva, hemos sido más o menos conscientes de que con las conductas que escogíamos no nos estábamos ayudando, pero, lo cierto es que la autoestima va construyéndose con el tiempo, y hemos de tratar de cultivarla para garantizarnos una autoestima positiva, si lo hacemos, nos estaremos responsabilizando de nosotros mismos, y eso hará que la aumentemos.
Todos nos merecemos tener una autoestima sana y una vida plena, todos, pero hemos de ser conscientes de que es un trabajo, a veces no tenemos ganas de luchar contra las adversidades y nos dejamos llevar, pero hemos de recordar que nadie puede salvarnos, nosotros somos los responsables de nuestra vida y de nuestro bienestar.

¡A por ella!

(Este es el primero de los artículos de autoestima para el blog, empecemos por definirla, otro día más aspectos relacionados con ella)

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.