Resulta curioso como nos ocurre una y otra vez. Es común que se sienten en frente mío y me digan: ya, si lo sé, si sé que no me conviene pero… en ese pero, ya asumen que lo harán, que se dejarán llevar les vaya bien o mal. No hablo necesariamente de dejarse llevar en relaciones tóxicas, quizás sea rumiar aunque eso me lleve a sentirme mal, no estudiar aunque eso sea lo que necesito hacer, comer con atracones cuando mi propósito es adelgazar, darme una fiesta por todo lo alto cuando mi meta es dejar de consumir ciertas sustancias, pasear por un centro comercial cuando sé que soy adicto a las compras…, lo que sea. Cualquier acción u omisión que uno sabe que va justamente en contra de sus metas del día a día.
Es cierto que todos hemos hecho y haremos cosas que no nos benefician del todo, (teniendo otras opciones), somos humanos, tendemos a equivocarnos, de ahí muchas veces proviene el aprendizaje, pero… quizás empieza a ser momento de intentar no acelerar si vemos que muy probablemente nos estrellamos, de luchar contra nuestros impulsos si ellos van en contra nuestro, de por lo menos intentarlo una vez, paso a paso uno va haciendo camino y desarrolla nuevas habilidades de autogestión. Veamos qué necesitamos para no responder en contra de nosotros mismos y llevémoslo a la práctica, no perdemos nada y ganamos mucho. Nosotros somos los responsables de nuestro cuidado, así que en nosotros empiezan los pasos.