Monthly Archives: febrero 2017

Yo no doy el primer paso, que lo de él, que lo de ella… y la quietud se hace eterna

By | Solución de problemas | No Comments

Curioso el ser humano… Muchos os veréis reflejados en esta imagen. Muy probablemente habréis vivido situaciones similares, momentos en los que queremos mucho a alguien y en realidad lo que más desearíamos sería acercarnos y arreglar ese problema que nos mantiene alejados y que nos tiene enfadados cuanto antes, pero al mismo tiempo, algunas de nuestras emociones o de nuestros pensamientos nos impiden llevar a cabo ese acercamiento. Al final somos como la pareja de la foto. «Debería» acercarse él…. «Debería» acercarse ella… Y al final, unos por otros la distancia se alarga y el malestar aumenta y se prolonga, en algunos casos llega a durar días, semanas o inclusos meses y/o años, y al final, ¿para qué? ¿Qué obtenemos del orgullo y de la cabezoneria?


Hay parejas, amorosas, de amig@s, de herman@s, de compañer@s de trabajo, etc., que llegan a distanciarse eternamente por negarse a dar un paso hacia delante, por creer que es la otra persona la que «debe» darlo.
Jamás he sido fan del orgullo, entre otras cosas porque me gusta sentirme en paz con mi conducta y porque si alguien me importa de verdad, me importa lo suficiente como para no querer vivir con él/ella situaciones tan incómodas como la de la imagen.
Cuidarse a uno mismo al final también incluye hacer que las relaciones que nos importan mucho funcionen. Si la otra persona es más terca vale la pena dar ese paso, al final el malestar nos lo ahorramos nosotros mismos y además colaboramos en ahorrárselo a esa persona valiosa para nosotros.
Todos tenemos momentos de no acuerdo, faltaría más, pero al final, hablando se entiende la gente, ¿no? Desde luego mirando cada uno hacia un lado difícil encontrar soluciones eficaces a nuestros problemas.
Apartarse un poquito si es que estamos realmente «muy enfadados» para dejar que baje tanta emoción antes de hablar bien, pero una vez reducida, ¡Resuelve!

El «te lo dije» que más duele es cuando te lo dices a ti mismo

By | Aceptación, Autoestima | No Comments

Y muchas veces, por desgracia, es el que más se repite..
Es común y propio de todos los mortales, hacer cosas que a priori sabemos que quizás son algo descabelladas, dejarnos llevar omitiendo parte de la información que ya tenemos, para arriesgarnos en algo que a veces, ni nosotros mismos vemos posible. En parte, el que no arriesga nunca gana, y en muchas ocasiones, lo que en principio puede parecer una locura, termina sucediendo y sin ningún «te lo dije». Es cierto que si lo veías venir, muy probablemente no te escapes después de tu «te lo dije», pero también es cierto, que a toro pasado, todos lo vemos todo muy claro, todos tenemos mucho temple y mucha entereza. Parecemos más sabios y racionales.


Las decisiones tomadas en el pasado, tienen el sentido que tienen cuando las entendemos en base al momento vital que la persona estaba viviendo entonces. No siempre estamos en las mismas condiciones para cuidarnos tan bien o para pensar más racionalmente.
Al final, en la vida hay distintos «te lo dije», los de: «deberías haber hecho» y los de: «no deberías haber hecho». Ya es cuestión personal el decantarse más por una opción o por otra, pero del «te lo dije», parece que hagamos lo que hagamos, no nos escapamos.
Se dice que en si mismos, los «deberías» son creencias irracionales. Siempre «podríamos» muchas cosas, pero lo cierto es, que no siempre las hacemos, no siempre ocurren, no siempre hay una buena forma de responder a las cosas… No quiero hacer una invitación masiva al: «haz lo que sientas esté bien o mal», sin duda no pretendo eso, pero hemos de aceptar que muy probablemente nos equivocaremos en la vida más de una vez y más de dos, quizás tampoco es cuestión de fustigarse después con muchos «te lo dije», quizás con los justos para aprender un poco es más que suficiente.
No somos robots, somos personas, en nuestras vidas es bueno que hayan «te lo dije», señal de que vivimos, señal de que arriesgamos. Sin pasarse, obvio, si las consecuencias son todas terribles, quizás eso no vale la pena dejarlo surgir, pero si para nosotros hay un para qué, si hay un sentido claro de por qué queremos que algo pase o no pase, ¿por qué hacer otra cosa?

A veces uno sabe que se va estrellar, y acelera

By | Autoestima | No Comments

Resulta curioso como nos ocurre una y otra vez. Es común que se sienten en frente mío y me digan: ya, si lo sé, si sé que no me conviene pero… en ese pero, ya asumen que lo harán, que se dejarán llevar les vaya bien o mal. No hablo necesariamente de dejarse llevar en relaciones tóxicas, quizás sea rumiar aunque eso me lleve a sentirme mal, no estudiar aunque eso sea lo que necesito hacer, comer con atracones cuando mi propósito es adelgazar, darme una fiesta por todo lo alto cuando mi meta es dejar de consumir ciertas sustancias, pasear por un centro comercial cuando sé que soy adicto a las compras…, lo que sea. Cualquier acción u omisión que uno sabe que va justamente en contra de sus metas del día a día.

Es cierto que todos hemos hecho y haremos cosas que no nos benefician del todo, (teniendo otras opciones), somos humanos, tendemos a equivocarnos, de ahí muchas veces proviene el aprendizaje, pero… quizás empieza a ser momento de intentar no acelerar si vemos que muy probablemente nos estrellamos, de luchar contra nuestros impulsos si ellos van en contra nuestro, de por lo menos intentarlo una vez, paso a paso uno va haciendo camino y desarrolla nuevas habilidades de autogestión. Veamos qué necesitamos para no responder en contra de nosotros mismos y llevémoslo a la práctica, no perdemos nada y ganamos mucho. Nosotros somos los responsables de nuestro cuidado, así que en nosotros empiezan los pasos.

También hay que aprender a agradecer lo que no fue

By | Aceptación | No Comments

Nos cuesta bastante agradecer lo que no es como habíamos imaginado, lo que no resulta como esperábamos o deseábamos. Pero lo cierto es que lo que no está destinado a ser es bueno que no sea, y con el tiempo y una actitud optimista siempre terminamos haciéndonos conscientes de que la vida nos hacía un favor cuando sentíamos que era de lo más injusta y cruel.
Sin duda cuando las cosas no salen como esperábamos nos sentimos mal en un primer momento, y hay que dar espacio a ese malestar, no es bueno impedirnos sentir lo que sentimos, las emociones hay que dejarlas fluir, tener su espacio de expresión, pero al poco tiempo, aunque aún duela la experiencia también hay que comenzar a dar lugar al optimismo, a la esperanza y al agradecimiento, lo que no tenia que ser, si no es, mejor.
Además, ya sabemos que todo pasa, si miramos atrás en nuestra vida lo vemos claro, aquellos que están en nuestro pasado están dónde deben estar, dejándonos más tiempo para añadir nuevas experiencias.
Dar gracias y tener esperanza y confianza es vital, nos ayuda enormemente a sobrellevar los cambios de la vida sin «morir en el intento».

Un gran error es: tener miedo de cometer un error

By | Aceptación | No Comments

Insisto en que equivocarnos lo hacemos todos, dicen que el que nunca se equivoca es porque nunca hace nada.
Si, hay quién de nuestros errores quizás se ríe, quizás los juzga o nos juzga a nosotros por ello, pero… francamente, ¿de veras queremos darle el poder a alguien para influir en lo que queremos hacer y hacemos (sobre todo si además no nos aporta nada)? ¿Para qué? ¿A qué le tememos realmente?
También dicen que si no quieres que hablen mal de ti hazte el muerto, en la medida en la que hagas cosas, (algo común en el ser humano), estarás expuesto a que hablen de ti, y no todos lo harán bien.
Igual nos pasa a nosotros, todas las personas no nos gustan, ni tampoco todos sus actos, pretender agradar a todos es una meta algo irracional, ¿no?
Aceptemos que otros opinen, aceptemos que otros no compartan nuestra manera de ser, pero no les demos el poder de decidir qué está bien o qué está mal, no les demos el poder de llegar a influir para que no hagamos algo que para nosotros es importante, no les demos el poder de afectar nuestro estado de ánimo.
Que hablen, de lo que quieran, señal clara de que con su vida no tienen suficiente emoción. Pero nosotros, a lo nuestro, tal y como somos, con nuestra manera de entender el mundo bien clara.
Equivócate, señal de que te quieres, de que arriesgas (porque el que no lo hace no gana), de que entiendes que la vida pasa y que lo que hacemos es lo que nos llevamos. Los demás que hagan lo que quieran, cada uno decide qué quiere llevarse. Tú decide por ti.

No te dejes para después

By | Autoestima | No Comments

Cuántos priorizan miles de cosas o miles de personas antes que ellos, cuántos dicen: es que no tengo tiempo para mi, es que llego tan cansad@ del trabajo, es que mis hij@s me necesitan mucho, es que mis padres me necesitan ahora, es que a mis herma@s no les parece bien, es que mis amig@s no lo entienden, es que…

Hay una diferencia inmensa entre tener en cuenta las necesidades de los otros y hacerlas más importantes que las nuestras.
Tenemos que no sólo tener claro sino además llevar a cabo que si nosotros no nos atendemos como necesitamos, a la larga tampoco atenderemos bien a quienes queremos. Lo decimos, lo entendemos, pero de ahí a que luego lo apliquemos va un mundo y no debería haberlo.

No te dejes para después, NO TENGAS UN ES QUE para ti en todo, haz cosas por y para ti, mímate, atiéndete, hazte regalos, dedícate tiempo, haz cosas que te gusten, la vida no es todo lo que debo hacer, también tiene que tener dosis de lo que me gusta hacer y hago.
NO TE DEJES PARA DESPUÉS, aquí o se prioriza un@ a sí mism@ o mal vamos… OCÚPATE DE TI. 

Saber ser feliz con lo que tienes: eso es la riqueza

By | sentido de vida | No Comments

Aprender a valorar lo que da sentido a nuestra vida, aquellas pequeñas pero a la vez inmensas cosas por las que nuestra vida tiene sentido, aquellas que hacen que nuestro día a día valga la pena y que sin duda, sin ellas no sería lo mismo. Agradecer, centrarnos en lo que funciona, aprender a decir gracias por lo menos el doble de veces de las que hacemos una crítica.
Hacer balance no sólo de lo que nos gustaría obtener, sino también de lo que ya disponemos.
Disfrutar todo lo que hoy nos da la vida. Detenernos por un instante para ser conscientes de lo afortunados que somos.
Ser optimistas y contribuir a que nuestra vida funcione.
Sentirnos en calma con lo que hoy nos rodea, sin que ello implique que renunciemos a tener propósitos. Tenerlos, pero que uno de ellos también sea agradecer.

Enamórate de ti, de la vida y luego de quién tú quieras

By | Autoestima | No Comments

Lo sabemos, sabemos que para empezar algo con buen pie, primero debemos amarnos a nosotros mismos, reenamorarnos, reencontrarnos y redescubrirnos.
Sabemos que primero uno debe sanarse a si mismo, estar en calma con quién es y con la vida.
Una vez que uno ya camina con un paso más firme, está en mejores condiciones para crear un proyecto común con otra persona. Lo sabemos, pero la realidad es que todo y nuestro enorme conocimiento, a menudo las relaciones empiezan sin que alguno de sus miembros se sienta en equilibrio. Al principio, debido a la emoción inicial, parece que seremos invencibles, que todos los miedos que antes teníamos han desaparecido, que somos otros, que ya no hay sombras, que todo es luz. Y sí, puede ser que alguien nuevo de pronto te enseñe a relativizar, a amar, a amarte, a perdonarte y/o a encontrar tu equilibrio, puede ser, sin duda, pero también puede ser que más adelante tus miedos vuelvan a aflorar, porque a veces, con el tiempo, cuando el éxtasis y la luz del momento inicial van disminuyendo, las sombras vuelven a encontrar recovecos por dónde mostrarse.


No pretendo con este post ser una fúnebre, en absoluto, pero es cierto que los psicólogos vemos más de lo que nos gustaría a personas que necesitaban un apoyo en un momento dado, que no se lo dieron y que un amor de pronto les hizo pensar que ya no lo necesitaban aunque luego vieron que sí. A veces, la consecuencia de ese autoengaño es que ese amor no funcione. O bien cargamos en la otra persona demasiado peso convirtiéndole en nuestro bastón y encargándole de nuestras debilidades, o bien le proyectamos todos nuestros miedos y nuestras inseguridades y también a la relación.
Es evidente que el amor surge cuando surge, y hay que ser muy valiente o cobarde, (cada uno pensará una cosa), para renunciar a él cuando llega porque no estamos en «nuestro mejor momento», sólo quiero decir con esto, que si sientes que el amor aparece antes de que te sientas en equilibrio, no te engañes, sigue trabajando en él, sigue aprendiendo, sigue empoderándote, sigue descubriendo quién eres y quién quieres ser. Si te gusta lo que de pronto aparece en tu vida, valóralo, y para ello, sigue ocupándote de ti.

Si dejas que decida por ti el miedo ya te habrá vencido

By | ansiedad | No Comments

Lo que está claro es que tú eres real, y tu vida también lo es, pero… ¿puedes decir lo mismo de tus miedos? ¿Son todos verdades?


A menudo el miedo sólo nos recuerda o nos hace saber que algo malo puede suceder, y sí, por poder pasar… puede pasarnos de todo, pero, ¿dónde prefieres enfocar tu atención, en que seguro que todo lo malo te pasará a ti, o en que puede que pase pero también puede que no? No dejes que el eterno mensaje interno controle tu vida, piensa en lo malo que puede suceder, sin duda, si existe hay que contemplarlo, pero que no todo lo que veas o pienses sea lo malo, haciéndolo así, sin duda el miedo se lleva el premio gordo, gana tu vida, tus oportunidades, tus sueños, tus ilusiones, tus metas.. te gana a ti, decide por ti.
La vida es nuestra, cuidado con darle el timón a otro, y más aún si es imaginario…

¡Tranquilos, nada está bajo control!

By | Aceptación, ansiedad | No Comments

A veces pensamos que si tuviéramos una varita mágica nos gustaría poder controlarlo todo, que las cosas fuesen como a nosotros nos gustaría, que las personas pensasen y reaccionasen como a nosotros esperábamos que lo hicieran, que todo fuese exactamente igual a como es en nuestra mente. Lo cierto es que no nos hemos parado a pensar en la realidad que eso implicaría, ¡menudo rollazo! ¡Nada nos sorprendería! En ocasiones no pensamos realmente en las cosas que llegamos a desear, en las consecuencias que tendría el que nuestro deseo se cumpliese.


¿Calma! Nada está controlado, y eso es justamente lo que hace que la vida pueda tener siempre sorpresas que mostrarnos, eso es lo que hace que tengamos ganas de vivir, de crear, de soñar, de ilusionarnos.
Tendemos a pretender tenerlo todo bajo control, pero, ¿os habéis planteado cuál es el fin que se pretende al ir tras esa meta? ¿os habéis planteado cuáles serían las consecuencias de ocurrir así?
Pretender controlar sólo hace que descontrolarlo todo aún más, cuidado con las metas inalcanzables que nos marcamos, sobre todo si además ni siquiera nos hemos planteado si son buenas o peores.